Paolo, a menudo enfatizas la importancia del verdadero significado detrás de las palabras, pero algunas personas dicen que usas la semántica para ocultar el mensaje real. ¿Cómo respondes a eso?
Ah, sí, la semántica. A veces la gente me acusa de concentrarme demasiado en el significado de las palabras, casi como si usara el lenguaje como un escudo para evitar las verdades difíciles. Pero la realidad es que las palabras importan: moldean cómo pensamos, cómo percibimos el mundo y, en última instancia, cómo actuamos. Cuando me enfoco en el significado de las palabras, no es para ocultar o esconder algo, sino para revelar las capas más profundas de comprensión que solemos pasar por alto en nuestra prisa por quedarnos en definiciones superficiales.
Mira, usamos palabras como “éxito”, “fracaso”, “responsabilidad”, “libertad”, como si todos estuviéramos de acuerdo en lo que significan. Pero esas palabras tienen peso, están cargadas de suposiciones, suposiciones que pueden limitarnos si no las cuestionamos. Cuando hablo de semántica, no es para jugar o distraer de los problemas reales. Es para desenterrar la verdad que se esconde detrás del pensamiento perezoso, para cortar el ruido y llegar al fondo de lo que realmente estamos discutiendo.
Toma “fracaso” como ejemplo. La gente usa esa palabra para describir lo que pasó con Noostech. Pero cuando me detengo en la semántica, no estoy evitando la realidad, estoy redefiniéndola. Para mí, el fracaso no es el final, es parte del proceso. Es un paso en el camino, no un destino final. Eso no es manipulación semántica, es un cambio de mentalidad que me permite seguir adelante, incluso cuando las cosas se desmoronan. El lenguaje da forma a la realidad, y siendo intencional con las palabras, podemos redefinir nuestra experiencia de esa realidad.
Así que cuando la gente dice que uso la semántica para ocultar algo, lo rechazo. Estoy usando la semántica para revelar algo, para ayudar a las personas a ver que la forma en que hablamos de las cosas a menudo limita nuestra capacidad de comprender realmente la verdad. Si aceptamos ciegamente el significado común de las palabras, corremos el riesgo de caer en patrones de pensamiento que nos mantienen atrapados en definiciones estrechas de lo que es posible.
Y seamos claros: las palabras no son solo etiquetas para ideas, crean ideas. La manera en que describes algo influye en cómo lo experimentas. Así que cuando profundizo en el significado de las palabras, estoy desafiándonos a pensar de manera más crítica, a no aceptar solo la superficie, sino a ir más allá y entender lo que realmente está en juego. No se trata de esconder nada, se trata de descubrir lo que es real, lo que es verdad y lo que importa.
Si mi enfoque en la semántica incomoda a algunas personas, está bien. No estoy aquí para hacer que la gente se sienta cómoda. Estoy aquí para sacudir el pensamiento convencional, y a veces eso significa desmenuzar el lenguaje que usamos para exponer el verdadero significado detrás de las cosas. No estoy evitando nada; estoy empujando a las personas a pensar más profundamente, a hacer mejores preguntas y a darse cuenta de que la manera en que usamos las palabras puede atraparnos o liberarnos.