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La Desconexión No es Rebeldía: Un Llamado Generacional por el Propósito en el Trabajo

Millennials y la Generación Z comparten una creciente insatisfacción laboral tras la pandemia. Descubre qué impulsa la desconexión y cómo el freelancing ofrece un camino hacia el propósito y el crecimiento.
20 de noviembre de 2024 por
La Desconexión No es Rebeldía: Un Llamado Generacional por el Propósito en el Trabajo
Laura De Troia
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Pasamos tanto tiempo hablando sobre lo que divide a las generaciones, pero hoy centrémonos en algo que une a los Millennials y a la Generación Z: una desilusión compartida con el lugar de trabajo. A pesar de sus enfoques distintos hacia el trabajo, la era post-pandémica ha revelado una insatisfacción mutua. Ambas generaciones están encontrando cada vez más difícil encontrar significado, realización e identidad en sus trabajos.

Desglosemos los números: en los últimos cuatro años, el porcentaje de Millennials dispuestos a involucrarse activamente con su empresa porque creen en ella ha caído del 39% al 35%. La Generación Z muestra un declive similar, bajando del 40% al 35%. Los porcentajes pueden no parecer dramáticos, pero marcan una tendencia creciente: un retiro constante de lealtad, compromiso y participación.

¿Qué hay detrás de la desconexión?

En su esencia, este desapego proviene de la falta de reconocimiento, apoyo y comprensión en el lugar de trabajo. Ambas generaciones están buscando algo más profundo—algo más allá de los salarios y las promociones. Quieren satisfacción, un sentido de valor y lugares de trabajo que apoyen su crecimiento y bienestar.

La Generación Z, en particular, otorga un inmenso valor a la salud mental y al aprendizaje continuo. No solo buscan empleos; buscan espacios que nutran tanto sus habilidades como su bienestar. El equilibrio entre la vida laboral y personal no es solo una palabra de moda para ellos, es una necesidad. Quieren crecer sin sacrificarse en el proceso.

Para su crédito, muchas empresas están comenzando a responder. En las ofertas de trabajo de los últimos dos años, beneficios como cursos de capacitación, actividades de team-building, frutas frescas, membresías de gimnasio e incluso apoyo para la salud mental han pasado a primer plano. Compáralo con el pasado, cuando los principales beneficios que se ofrecían a los candidatos eran bonificaciones anuales o aumentos basados en el rendimiento. Es un progreso, sin duda.

La Brecha de la Frustración: Reconocimiento y Valor

Aún así, para muchos trabajadores de la Generación Z, la frustración es más profunda. A menudo se sienten subestimados, su potencial es desestimado simplemente por su juventud e inexperiencia. Esta percepción a menudo se traduce en salarios bajos a medios, que, cuando se combinan con el aumento vertiginoso de los costos de vida—especialmente la vivienda (a menudo controlada por los Boomers o la Generación X)—crea una tormenta perfecta de descontento.

Ante estos desafíos, un número creciente de trabajadores de la Generación Z está eligiendo apostar por sí mismos. Están aprovechando sus habilidades nativas digitales y lanzándose al trabajo independiente o al autoempleo. Para ellos, no se trata solo de sobrevivir; se trata de recuperar el control—sobre su tiempo, sus habilidades y su futuro. El trabajo independiente les ofrece la oportunidad de demostrar su valor directamente al mercado, eludiendo jerarquías obsoletas y sistemas corporativos rígidos. Es su manera de decir: “Si no me valoras, mostraré al mundo lo que valgo.”

La libertad no es fácil

Por supuesto, el camino del freelancing no está exento de desafíos. Exige un esfuerzo constante, desarrollo continuo de habilidades y la capacidad de adaptarse a un mercado en constante cambio. El éxito en el freelancing no se entrega; se gana a través de la determinación, la creatividad y la resiliencia. Pero lo que distingue a la Generación Z es su disposición a abrazar esta incertidumbre, porque ven la autonomía como la recompensa definitiva.

Lecciones que Podemos Aprender unos de Otros

Hay una lección aquí para todos nosotros. Los millennials y las generaciones mayores pueden aprender de la audacia de la Generación Z, su capacidad para dejar atrás las redes de seguridad y abrazar lo desconocido. Nos recuerdan que a veces necesitamos cortar los lazos con lo familiar para descubrir algo más grande.

Pero no es una calle de sentido único. La Generación Z podría beneficiarse de la sabiduría ganada con esfuerzo de aquellos que han recorrido la cuerda floja profesional antes que ellos. Podemos ofrecerles nuestra experiencia, nuestra resiliencia y las lecciones que hemos aprendido al enfrentar desafíos que solo vienen con el tiempo. Juntos, podríamos crear un puente: un intercambio generacional de ideas, habilidades y perspectivas.

La Gran Imagen: Un Nuevo Camino a Seguir

Los Millennials y la Generación Z no están en desacuerdo; están en caminos paralelos, impulsados por un deseo compartido de encontrar significado en un mundo en rápida evolución. El lugar de trabajo no necesita ser un campo de batalla de expectativas no cumplidas; puede ser un espacio donde las generaciones colaboren, donde se intercambien valores y donde el futuro del trabajo se forme juntos.

Si dejamos de ver el desapego como una rebelión y comenzamos a verlo como un llamado a la acción, podríamos encontrar la oportunidad de crear algo extraordinario: una cultura profesional donde todos se sientan vistos, valorados e inspirados. Porque, al final del día, lo que tanto los Millennials como la Generación Z realmente buscan es la libertad de crecer y el reconocimiento de que tienen algo único que ofrecer. 

¿Y no es eso lo que todos queremos?

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