Cuando vendes participaciones en tu propia BV o decides liquidarla, naturalmente esperas obtener un beneficio. Pero a veces el resultado es una pérdida. Eso se siente decepcionante, aunque no tiene por qué ser el final de la historia. De hecho, esas pérdidas pueden tener valor fiscal si sabes cómo utilizarlas. Veamos cómo funcionan las pérdidas en la Caja 2, qué reglas se aplican y qué deben tener en cuenta los pequeños empresarios.
¿Qué es una pérdida en Caja 2?
En los Países Bajos, los ingresos por una participación sustancial (aanmerkelijk belang, AB), es decir, el 5 % o más de las acciones en una BV, se declaran en la Caja 2.
Al vender o liquidar, calculas tu ganancia o pérdida de capital de la siguiente manera:
Ingresos de la venta (o distribución de liquidación) Menos el precio de adquisición (tu inversión original)
Si el resultado es negativo, tienes una pérdida en Caja 2.
¿Cómo se trata la pérdida?
El sistema fiscal ofrece dos pasos para manejar la pérdida:
- Compensación dentro de la Caja 2 (la ruta principal).
- Conversión en un crédito fiscal de la Caja 1 (si la compensación ya no es posible).
La pérdida aparece primero en tu declaración del impuesto sobre la renta personal correspondiente al año de la venta o liquidación.
Paso 1: Compensación dentro de la Caja 2
La primera opción es compensar tu pérdida con otros ingresos de la Caja 2.
- Las pérdidas pueden retrotraerse un año.
- Y llevarse hacia adelante seis años (para pérdidas anteriores a 2018: nueve años).
De este modo, si recibes dividendos o vendes otras participaciones sustanciales dentro de ese plazo, tu pérdida en Caja 2 puede reducir esas ganancias imponibles.
Paso 2: Conversión en un crédito fiscal
Si ya no posees ninguna participación sustancial y no puedes compensar la pérdida, existe otra opción: la conversión en un crédito fiscal de la Caja 1.
- Momento: A partir del segundo año después de no tener participación sustancial, y solo una vez que la Autoridad Fiscal haya confirmado definitivamente la pérdida.
- Valor: En 2025, el crédito equivale al 24,5 % de la pérdida pendiente.
- Uso: Reduce tu factura fiscal en la Caja 1 (ingresos del trabajo y la vivienda).
- Validez: El crédito se puede utilizar durante nueve años después del año de la pérdida.
Condición importante: ni tú ni tu pareja fiscal podéis tener una participación sustancial en el año de conversión, ni en el año anterior.
Ejemplo
Invertiste €100.000 en tu BV.
Tras la liquidación, solo recuperas €30.000.
- Pérdida en Caja 2: €70.000
- Sin ingresos en Caja 2 para compensar: después de dos años solicitas la conversión.
- Crédito fiscal: 24,5 % × €70.000 = €17.150
- Este importe reduce directamente tu deuda de impuesto sobre la renta en la Caja 1.
Así, aunque hayas sufrido una pérdida financiera real, fiscalmente se atenúa el golpe.
Consejos prácticos para empresarios
- Guarda pruebas de tu precio de adquisición: incluidos costes de compra, primas de emisión y aportaciones.
- Controla los plazos: 1 año atrás, 6 años hacia adelante para la compensación; 9 años para utilizar el crédito fiscal.
- Espera a que la pérdida sea definitiva: la Autoridad Fiscal no tramitará solicitudes de conversión antes.
- Revisa las participaciones de tu pareja: asegúrate de que ni tú ni tu pareja tengáis aún una participación sustancial al solicitar la conversión.
Conclusión
Para los emprendedores que gestionan micro o pequeñas BV, una pérdida en Caja 2 no tiene por qué significar dinero perdido. Aplicando las reglas de forma inteligente, puedes transformar esa pérdida en una ventaja fiscal tangible, ya sea compensándola dentro de la Caja 2 o convirtiéndola en un crédito de la Caja 1. En la práctica, esto puede reducir de manera significativa el impacto financiero de cerrar o vender tu BV.
Co-Founder of Xtroverso | Head of Ledger and Tax Compliance
Linda Pavan aporta una precisión disciplinada a Xtroverso, anclando su integridad financiera, fiscal y operativa. Como Auditor Certificado ZENTRIQ™, traduce la complejidad en claridad, asegurando que cada decisión sea rastreable, cumpla con las normativas y sea estratégicamente sólida. Su rigor silencioso empodera a las empresas para actuar con confianza y responsabilidad.