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Por qué las mujeres están liderando la revolución del freelancing en la nueva economía.

Descubre cómo las mujeres están liderando la revolución freelance, equilibrando vida y trabajo, rompiendo barreras laborales y redefiniendo el empoderamiento profesional.
10 de diciembre de 2024 por
Por qué las mujeres están liderando la revolución del freelancing en la nueva economía.
Laura De Troia
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Esta mañana, mientras disfrutaba de un café cerca de la escuela de mis hijas, se desarrolló una escena familiar. Grupos de mujeres—madres que reconozco de las idas y venidas matutinas—comenzaron a llegar, charlando en parejas o pequeños grupos. A la mayoría no las conozco bien, pero a menudo me pregunto sobre sus historias. ¿Cuántas son madres a tiempo completo? ¿Cuántas compaginan trabajos como empleadas? ¿Y cuántas son freelancers, trazando sus propios caminos?

Para las 9:30 a.m., la mayoría de los empleados ya han fichado en sus trabajos, así que supongo que muchas de estas mujeres encajan en las otras dos categorías—o quizá en algún punto intermedio. Algunas podrían ser madres a tiempo completo que tímidamente comienzan a salir del ámbito doméstico, explorando el emprendimiento como una forma de reinventarse más allá de su identidad materna.

El sacrificio silencioso

Seamos honestos: globalmente, todavía son las mujeres quienes soportan la mayor carga de sacrificar el avance profesional a favor del equilibrio familiar. Incluso en hogares donde la crianza es una responsabilidad compartida, los estudios muestran que las mujeres asumen desproporcionadamente el trabajo invisible de mantener el hogar y los hijos organizados.

Y cuando los hijos no están en la ecuación, emergen otras barreras: normas culturales, prejuicios laborales, desigualdad salarial. Estos factores han llevado a las mujeres, particularmente a las de 30 y 40 años (la esencia de los Millennials), a convertirse en el motor inesperado de la revolución freelance.

Este cambio no se trata de idealistas de la Generación Z con sueños ingenuos. Se trata de profesionales experimentadas—mujeres que han escalado la escalera corporativa solo para descubrir que no fue diseñada para ellas. Están cansadas de trabajar el doble para ganar el mismo respeto o salario que sus colegas hombres. Ya no se identifican con políticas rígidas y objetivos corporativos impersonales.

Por qué el freelancing encaja en el marco femenino

El freelancing ofrece a estas mujeres algo que las estructuras tradicionales rara vez brindan: libertad. No se trata solo de equilibrar la vida personal y profesional, aunque eso es parte de ello. El freelancing les da la oportunidad de diseñar carreras que reflejen sus capacidades, inteligencia emocional (IE) y valores—una oportunidad de trabajar sin las barreras de jerarquías obsoletas y sistemas cargados de prejuicios.

Las mujeres, estadísticamente conocidas por su alta IE, aportan fortalezas únicas—comunicación clara, evaluación cuidadosa de riesgos y enfoques colaborativos. Sin embargo, estas mismas cualidades suelen ser pasadas por alto o subvaloradas en entornos corporativos, incluso en empresas dirigidas por mujeres.

El freelancing se convierte en una forma de liberación. No se trata simplemente de dejar atrás las estructuras rígidas, sino de recuperar la autonomía y el valor propio. Se trata de construir una carrera que respete sus habilidades y les brinde satisfacción económica—bajo sus propios términos.

El camino hacia la liberación profesional

Esto no es solo una tendencia laboral, es un cambio de paradigma. El empoderamiento de las mujeres en la economía 3.0 no proviene de encajar en estructuras existentes, sino de liberarse completamente de ellas. Se trata de reconocer el valor de sus contribuciones y de crear sistemas donde no tengan que comprometer sus identidades para tener éxito.

El freelancing permite a las mujeres reescribir las reglas, mezclando pasión y propósito con pragmatismo. Ofrece un espacio donde el valor profesional no está dictado por la hoja de cálculo de otra persona, sino por su propia visión del éxito.

Así que, mientras observaba a estas mujeres esta mañana, disfrutando de sus capuchinos y conversando, no pude evitar pensar: así es como lucen las revoluciones silenciosas. Sin protestas, sin megáfonos—solo una marcha constante y decidida hacia algo mejor.

Esta es la nueva cara del empoderamiento. No concedido desde arriba, sino construido, sorbo a sorbo, un paso audaz a la vez.

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